Kanye West (45) ya no colabora con Adidas ni está en la lista Forbes. Este pasado martes la compañía alemana transmitía en un comunicado la decisión de poner punto final a su relación profesional. La razón está en los comentarios antisemitas del rapero en las últimas semanas, y de los que él ha asegurado que no se arrepiente.
Tras semanas donde actores, líderes políticos e incluso la Liga Antidifamación (ADL) -una influyente organización que combate el antisemitismo- se movilizaban en redes sociales para que el diseñador fuera apartado de toda esfera pública, la empresa de línea deportiva expresaba que "Adidas no tolera el antisemitismo ni cualquier otra forma de discurso de odio" y añadía que "las recientes declaraciones y acciones de Ye [como quiere ser llamado ahora] son inaceptables, odiosas y peligrosas".
Poco tiene que ver con lo que transmitía el CEO de la compañía alemana en 2018, cuando ya era polémico. "Kanye ha sido, y es, una parte muy importante de nuestra estrategia y ha sido un creador fantástico", dijo y y puntualizaba que no iba "a comentar cada comentario que él u otra persona haga".
Kanye se veía intocable, y según el cantante, los directivos de Adidas "se lucraban" de él desde que hace ocho años lanzara con ellos el modelo de deportivas 'Yeezy', uno de los más demandados y alabados del mercado.
Lo que parece que el rapero no ha calculado es que Adidas le proporcionaba hasta ahora ingresos que superaban el millardo; situándose en los 1,5 mil millones de dólares, según los cálculos de la revista Forbes.
Pierde esa suma y pierde su puesto en el exclusivo club de mil millonarios -al que sí sigue perteneciendo su ex esposa, Kim Kardashian-, ya que la publicación calcula que la fortuna de Ye ha descendido hasta los 400 millones. "Sin Adidas, Ye vale 400 millones de dólares". El resto de la fortuna de Ye, estima Forbes, proviene de su catálogo de música y su participación del 5% en la firma de fajas de la exesposa Kim Kardashian, Skims. (Una fuente cercana a Skims le dijo a Forbes que Ye no ha estado involucrado con la marca desde su lanzamiento en 2019).
Las malas noticias no acaban ahí. Vogue, la biblia de la moda que en su día le colocó en su portada, también le ha dado la espalda. Y no ha sorprendido a nadie, ya que Kanye también criticó públicamente a una de las editoras de Anna Wintour.
La lista de colaboraciones del rapero era extensa y GAP también se está apresurando a retirar de sus tiendas todas las prendas que tuvieran su sello. También,, una de las más poderosas de Hollywood, la agencia de talentos CAA, ha dejado de representarle y desde Balenciaga -la casa de moda con la que más ha trabajado- han insistido en que no aceptará ningún proyecto en el futuro relacionado con él.